Neko

martes, 1 de abril de 2008

Pequeña nocturna


Anoche en mi insomnio número mil me di cuenta con impotencia una vez más de que en la noche funciono mejor que en el día. (No me refiero a cosas feas, pa los mal pensados)


Nosé, es horrible ver que tienes que dormir justo en el momento en que tu mente por fin procesa mejores ideas y por fin tienes motivación de hacer algo productivo en la vida. Y pienso mil cosas, mil historias, tengo ganas de hacer mil cosas, de aprender, de tener paciencia, de pintar, cantar, dibujar, leer, escribir, tocar música y cuánta otra cosa que siempre he querido hacer pero que en el día “me da weba” como dicen algunos de mis amigos de msn que por supuesto, no son chilenos.

Y aquí estoy, 5 de la tarde con un rostro de sueño espantoso (que insisto a mi atito, NO puede ser adorable) con ganas de estar tirada en la cama mirando un punto fijo y pensando en la primera estupidez que se me atraviese. Esa sensación de notar que casi ni escuchas lo que te hablan y de que el cansancio es tan grande a pesar de que no has hecho nada y de que no posees idea alguna y como que tu mente se encuentra con un cartel de “fuera de servicio”. Además una manía de recordar y sentir todas las trancas y mañas que poseo (Llámese baja autoestima, sentirse perseguida, bajonearse por nada, negativismo, flojera y baja autoestima otra vez xD)

Pero no, como sé que debo hacer algo un poquito más productivo, me quedo en el pc. Lamentablemente el hecho de que esté en el computador no significa que vaya a hacer algo productivo, no, al contrario. Me paso horas escuchando canciones, con la mirada a ratos pegada en la pantalla muy linda de 17 pulgadas plana que poseo (quebrá po…) miro, clasifico y/o guardo imágenes preferencialmente de anime, artísticas, góticas, tiernas y más tonteras que me gusta tener por toneladas porque sí. Me pongo a ver fotologs de gente que no veo hace mil años o de gente que nunca he visto en ninguna parte. Me pongo a ver algún capítulo de una serie de anime que ya he visto varias veces porque las otras no las encuentro o “me da weba” buscarlas. También me gusta leer artículos informativos (esto es como lo más productivo) y alguna columna escrita por algún columnista narrando cosas que bien pueden ser imbecilidades o bien no tanto, pero nunca tan importantes. Y nosé, así se me pasan tardes enteras.


Mi mamá me dice que tengo que proponerme cambiar y hacer las cosas aunque primero me cueste, pero es tan difícil…

Hoy quise hacer algo diferente y por eso estando como “marmota” decidí escribirlo acá. Simplemente porque en el insomnio de anoche tenía ganas de hacerlo. Lástima eran las 4 de la mañana, no tenía nada de sueño, pero no podía interrumpir a nadie.


Recuerdo cuando yo le pregunté a mi profe de matemáticas que por qué teníamos la clase a la primera hora en la mañana y ella me respondió: “Porque están recién despiertos y con todas las energías, en cambio al final del día ya están muy agotados” Que lamentable que nunca estuve en ese caso. Para mí la mañana es el peor momento en el que me puedo encontrar. No importa cuánto haya dormido antes, pero si me levanto a las 7 con suerte puedo acordarme de lo que comí el día anterior y ese rostro que tengo sirve hasta para trancar una puerta. Para colmo, matemáticas siempre ha sido el ramo en que me va peor. Se podrá comprender que nunca entendí nada de esas clases en aquellos tiempos. Mal… mal.


Ahora, después de haber dado un bostezo enorme voy pensando en cada cosa de las que quise hacer anoche y ahora ninguna me motiva. Será, alguna me obligaré a hacer, es que de seguro después me andaré quejando que no poseo tiempo para nada xD


El día que viva sola, seré la noctámbula más feliz de la vida. Y de seguro más de algún vecino me reclamará por ruidos molestos o algo así, ojalá no. Pero POR FIN! Podré hacer muchas cosas con esa inspiración enorme y ese entusiasmo tan único que ni por más feliz que me sienta de día, nunca he logrado sentir. Y sé que podré hacer maravillas.


Pero de aquí a que viva sola… uf! Dios. Por mientras trataré de hacer la cuarta parte ahora, en el día donde todos los mortales normales realizan sus actividades cotidianas y en la noche me quedaré dando vueltas en la cama como un pollo asado soñando hacer mil cosas, e imaginando mil historias mientras mi mamá con voz de aturdida otra vez me regaña porque no puede dormir.